Lo que estamos planteando aquí no es mera información sacada de un libro de John Maxwell, Brian Tracy, Jim Rohn, etc. NO!!! Esto va mucho, muchísimo más allá de simplemente conocer.
Los libros, las enseñanzas, las motivaciones, etc., son herramientas útiles que nos pueden ayudar a adquirir conocimiento y de ahí pasar a la comprensión y a la auto conciencia. Aun así, el conocimiento no es suficiente para que podamos recibir una verdadera transformación que nos conduzca hacia una vida con propósito y realización.
Veamos… crees que lo que aún no has logrado a pesar de todo tu esfuerzo (bajar de peso, mejorar las relaciones, las finanzas, etc.) es por falta de información? Lo dudo.Creo que el meollo del asunto está en una mala programación de nuestro cerebro que conduce a limitaciones aprendidas.
Causas de las limitaciones aprendidas de la mente consciente
- Juicios y decisiones de la infancia con respecto a uno mismo y al mundo
- Las palabras y acciones continuas de los padres.
- Otras variables psicosociales en curso.
- Trauma específico
- Privación crónica de satisfacción de necesidades.
- Ausencia de exposición o necesidad previa.
Los problemas psicológicos existen precisamente porque
la mente consciente no sabe cómo iniciar la
experiencia psicológica y el cambio de comportamiento para satisfacer nuestras necesidades al grado que nos gustaría.
Que dirige nuestras acciones?
Tus creencias y pensamientos determinan tus sentimientos, que, a su vez, controlan tus acciones, que te dan resultados de vida. Ten en mente que todo es parte de una causa mayor. Muchos de nosotros nos sentimos culpables pensando que nuestros sentimientos dirigen nuestras acciones, y así es. Creemos que no podemos hacer nada y no podemos evitar sentir algo y, en consecuencia, actuar de cierto modo. En realidad, esto no podría estar más lejos de la verdad.
Estos resultados dan forma a tus creencias y pensamientos, que determinan tus sentimientos, y el ciclo continúa en adelante.Cuando piensas en ello como un ciclo, es más fácil darte cuenta que incluso cambiar uno de estos factores puede replantear el sistema.Otra parte de la creencia mencionada anteriormente que no está bien es –que no podemos hacer nada-. No, no, no. En realidad, tú eres el único que puede hacer algo! Estos pensamientos, comportamientos y resultados de vida son tuyos y puedes cambiarlos. Solo cambia uno y todo lo demás caerá por su propio peso.
¿Cómo se forma el subconsciente?
En tus primeros años de existencia, tu subconsciente no rechazaba nada porque no tenías ideas preconcebidas que contradijeran lo que percibía tu mente. Simplemente aceptaba como verdadera toda la información que le llegaba. Eso acaba siempre convirtiéndose en un problema: cada vez que alguien te llamaba estúpido, inútil, lento, vago o lo que fuera, tu subconsciente guardaba esa información como referencia. Y lo mismo sucedía con cualquier mensaje recibido sobre tu potencial, o sobre las limitaciones a las que te ibas a enfrentar en la vida no solo por tus habilidades físicas, sino también por tu color de piel, tu sexo o la situación social y económica de la familia en la que nacías.
Aunque lo hiciera mal, Anacleta decidió bailar
Por ejemplo: Anacleta (un nombre inventado para ocultar la identidad del cliente) nos expresa, «Mi madre insistía en no apuntarme a ballet porque era muy torpe, me tropezaba con todo, me caía con facilidad”. «Por suerte insistí y decidí bailar aunque lo hiciera mal, me salí con la mía y es algo que sigo haciendo cuarenta años después». No es que fuera torpe, es que mi subconsciente lo creía así”.Otro ejemplo,continua diciendo Anacleta » Cuando yo era niña, a los siete años, alcanzaba lo que antiguamente llamaban «edad del juicio» porque en teoría ya era lo suficientemente juiciosa como para saber distinguir entre el bien y el mal». En realidad lo que Anacleta ya tenía era una sólida base de ideas preconcebidas, sustentada por toda esa programación que proviene de la gente a tu alrededor (familia, profesores, amigos, etc.), pero también de la radio y la televisión, de videos, libros, y el entorno».
¿Cómo te afecta ahora lo que quedó grabado en tu subconsciente de niño?
Pensamos que ahora que somos adultos podemos descartar todos esos mensajes hirientes que absorbimos durante nuestros primeros años de vida; mas no es tan fácil. Hay que tener en cuenta que toda esa información se almacena por debajo de nuestro nivel de consciencia.¿Sabes cuando tratas de lograr un objetivo y te saboteas a ti mismo? ¿Por qué lo haces? ¿Porque en el fondo lo que deseas está por encima de tus posibilidades? No, en absoluto. Lo que sucede es que hay algunos mensajes antiguos programados en tu cerebro que entran en conflicto con lo que tú quieres conseguir.
Caja de Recuerdos
Con cada nueva experiencia, sacas ciertas conclusiones y guardas determinados mensajes que guiarán tus acciones futuras. Por ejemplo, ¿qué tipo de mensaje crees que se almacena en tu subconsciente si te rechaza alguien que te importa? Ese inteligente detective que es el subconsciente irá inmediatamente a la casa de recuerdos y hallará otros ejemplos de rechazo – como aquella vez en que tu mejor amiga te dejó plantada y se fue con las chicas más populares de la clase – y sacará la conclusión de que no vales gran cosa y por eso te mereces el rechazo.
Sesgo de Confirmación
Ahora viene lo interesante, si tienes ya experiencias que hayan entrado en conflicto con una idea preconcebida, tu mente subconsciente la rechazará o la reformulará para que vaya en sintonía con tu visión existente de la realidad, es lo que en psicología llamamos “sesgo de confirmación». Se trata de desmentir esos recuerdos que nos cuenta nuestro subconsciente, basados en las primeras experiencias de nuestra vida.
Solo una percepción
Es más fácil cuando ya la vida nos ha demostrado que esas ideas no eran la realidad, sino una percepción de la misma. Por eso las competiciones deportivas del tipo carreras populares se sientan tan bien, ya que rompen la idea subconsciente que podamos tener de antemano de que tú no estás hecho para el deporte solo porque de niño no te destacabas en fútbol.