El método del embudo en el coaching es una técnica de preguntas que permite al coach guiar al coachee hacia un mayor autoconocimiento, claridad y enfoque en la consecución de sus metas. Este método implica comenzar con preguntas amplias y generales, para luego ir estrechando el enfoque hacia preguntas más específicas y profundas.

A continuación, te explico los pasos del método del embudo en el coaching:

  1. Preguntas amplias y generales: El coach comienza con preguntas abiertas que invitan al coachee a explorar su situación desde una perspectiva más amplia. Estas preguntas ayudan a establecer el contexto y a obtener una visión general del tema en cuestión. Ejemplos: “¿Qué te gustaría lograr en esta sesión?” o “¿Qué área de tu vida te gustaría mejorar?”
  2. Preguntas de enfoque: A medida que el coachee responde, el coach utiliza las respuestas para formular preguntas más específicas que profundizan en el tema. Estas preguntas ayudan al coachee a identificar aspectos clave de su situación y a obtener una comprensión más clara de sus desafíos y objetivos. Ejemplos: “¿Qué obstáculos has encontrado al perseguir este objetivo?” o “¿Qué recursos o fortalezas tienes que podrían ayudarte a superar estos desafíos?”
  3. Preguntas de exploración: En este punto, el coach formula preguntas aún más específicas y profundas que invitan al coachee a reflexionar sobre sus creencias, valores y motivaciones subyacentes. Estas preguntas ayudan al coachee a obtener nuevas perspectivas y a descubrir insights significativos. Ejemplos: “¿Qué significaría para ti lograr este objetivo?” o “¿Cómo se alinea este objetivo con tus valores fundamentales?”
  4. Preguntas de acción: Finalmente, el coach guía al coachee hacia la identificación de acciones concretas y pasos prácticos que puede tomar para avanzar hacia sus metas. Estas preguntas ayudan al coachee a traducir sus insights en un plan de acción realista y motivador. Ejemplos: “¿Qué paso podrías dar esta semana para acercarte a tu objetivo?” o “¿Cómo sabrás que estás progresando en la dirección correcta?”

El método del embudo permite al coach adaptar sus preguntas al ritmo y las necesidades del coachee, creando un espacio seguro para la exploración, el autodescubrimiento y el crecimiento personal. Al seguir este enfoque estructurado pero flexible, el coach puede ayudar al coachee a obtener claridad, superar obstáculos y desarrollar un plan de acción efectivo para alcanzar sus metas.

El método del embudo en el coaching se llama así porque se asemeja a la forma y función de un embudo. Al igual que un embudo es ancho en la parte superior y se va estrechando hacia la parte inferior, este método de preguntas comienza con preguntas amplias y generales, y luego se va enfocando y profundizando gradualmente hacia preguntas más específicas y acciones concretas. Esta analogía visual ayuda a entender cómo el proceso de coaching guía al coachee desde una perspectiva amplia hacia un enfoque más preciso y orientado a la acción.

El método del embudo es un enfoque común utilizado en diversos campos, como la venta, el marketing y la terapia, y ha sido adaptado y aplicado al coaching por múltiples profesionales y escuelas de pensamiento a lo largo del tiempo.

Algunos de los principios y técnicas que sustentan el método del embudo en el coaching pueden rastrearse a varios pioneros y contribuyentes en el campo del coaching y la psicología, como:

  1. Timothy Gallwey: Su libro “The Inner Game of Tennis” (1974) introdujo conceptos clave como la autoconciencia, la autoevaluación y la superación de los obstáculos internos, que son fundamentales en el método del embudo.
  2. Sir John Whitmore: Su modelo GROW (Goal, Reality, Options, Will), desarrollado en los años 80, sigue una estructura similar al método del embudo, guiando al coachee desde el establecimiento de metas hasta la identificación de acciones concretas.
  3. Tony Stoltzfus: Su libro “Coaching Questions: A Coach’s Guide to Powerful Asking Skills” (2008) profundiza en el arte de hacer preguntas efectivas en el coaching, y su enfoque sigue una estructura similar al método del embudo.

Aunque estos y otros profesionales han contribuido al desarrollo y la popularización del método del embudo en el coaching, es probable que el enfoque haya evolucionado y se haya refinado a través de la práctica y las contribuciones de múltiples coaches y formadores a lo largo del tiempo. El método del embudo se ha convertido en una herramienta fundamental en el coaching moderno, utilizada por coaches de diversas escuelas y enfoques.

Cómo podemos integrar el método del embudo al COACHING ontológico y utilizarlo como una técnica adicional que combine también con el método Grow

El método del embudo se puede integrar de manera efectiva con el coaching ontológico y el modelo GROW para crear un enfoque más completo y poderoso. A continuación, te explico cómo puedes combinar estos elementos:

  1. Establecer el contexto (modelo GROW – Goal): Comienza la sesión de coaching estableciendo el objetivo o la meta que el coachee desea alcanzar. Utiliza preguntas amplias del método del embudo para obtener una visión general de la situación y las aspiraciones del coachee. Desde la perspectiva ontológica, explora cómo este objetivo se relaciona con el ser del coachee, sus valores y su propósito.
  2. Explorar la realidad (modelo GROW – Reality): Utiliza preguntas de enfoque del método del embudo para ayudar al coachee a describir su realidad actual en relación con el objetivo. Desde la perspectiva ontológica, presta atención al lenguaje, las emociones y el cuerpo del coachee, y cómo estos elementos influyen en su percepción de la realidad. Utiliza preguntas de exploración para profundizar en las creencias y los supuestos que pueden estar limitando al coachee.
  3. Generar opciones (modelo GROW – Options): Utiliza preguntas de enfoque y exploración del método del embudo para ayudar al coachee a identificar diferentes opciones y estrategias para alcanzar su objetivo. Desde la perspectiva ontológica, explora cómo estas opciones se alinean con la identidad y los valores del coachee, y cómo pueden contribuir a su crecimiento y transformación personal.
  4. Establecer el plan de acción (modelo GROW – Will): Utiliza preguntas de acción del método del embudo para guiar al coachee hacia la definición de pasos concretos y compromisos específicos. Desde la perspectiva ontológica, asegúrate de que estas acciones estén en consonancia con el ser del coachee y contribuyan a su desarrollo integral. Ayuda al coachee a identificar posibles obstáculos y a desarrollar estrategias para superarlos.
  5. Seguimiento y aprendizaje: A medida que el coachee avanza en la implementación de su plan de acción, utiliza preguntas de enfoque y exploración del método del embudo para reflexionar sobre los aprendizajes y los cambios experimentados. Desde la perspectiva ontológica, presta atención a cómo el lenguaje, las emociones y el cuerpo del coachee evolucionan a lo largo del proceso, y cómo estos cambios influyen en su ser y en su capacidad para alcanzar sus metas.

Al combinar el método del embudo con el coaching ontológico y el modelo GROW, puedes crear un enfoque integral que aborde tanto los aspectos prácticos como los aspectos más profundos del ser del coachee. Este enfoque combinado te permite guiar al coachee hacia el logro de sus objetivos, mientras facilitas su crecimiento personal y su transformación ontológica. Recuerda adaptar y flexibilizar el uso de estas herramientas según las necesidades y el estilo de cada coachee, y mantén una presencia consciente y compasiva a lo largo del proceso de coaching.

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