En su libro «Una vida sin límites» (2007), Nick Vujicic, hablando sobre el carisma, dijo:
El verdadero secreto del carisma es lograr que cada persona que conoces tenga la sensación de que, cuando hablan contigo, captan tu atención por completo.
El carisma es esa calidad seductora y elusiva que pocos poseen, pero que todos podemos llegar a alcanzar. ¿Deseas ser ese tipo de persona que puede entrar en una habitación y atraer, encantar e influenciar a todos a tu alrededor?
Este artículo te ayudará a conseguirlo.
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Vamos al tema de hoy.
¿Es necesario poseer condiciones innatas para ser carismático?
Aunque podrías pensar que el carisma es algo con lo que se nace, los investigadores han descubierto que en realidad es una habilidad que se puede aprender.
El mito del carisma
En su libro, El mito del carisma: Cómo cualquier persona puede dominar el arte y la ciencia del magnetismo personal (1), la experta en liderazgo Olivia Fox Cabane escribe:
Conscientemente o no, los individuos carismáticos eligen conductas específicas que hacen que otras personas se sientan de cierta manera.
Estas conductas pueden ser aprendidas y perfeccionadas por cualquier persona. De hecho, en experimentos de laboratorio controlados, los investigadores pudieron aumentar y disminuir los niveles de carisma de las personas como si estuvieran girando una esfera.
Contrariamente a los mitos de carisma que comúnmente se tienen, no tienes que ser naturalmente extrovertido, no tienes que ser físicamente atractivo y no tendrás que cambiar tu personalidad.
«No importa de dónde empieces, puedes aumentar significativamente tu carisma personal y obtener recompensas tanto en los negocios como en la vida diaria».
Todo lo que necesitas es un conjunto específico de habilidades que, con práctica, cualquiera puede dominar.
Según Fox Cabane, el carisma depende de tres comportamientos básicos: presencia, poder y escucha activa.
Vamos a verlos más de cerca individualmente:
Presencia
Estar presente significa vivir el momento; de tal manera que el otro se sienta escuchado y no ignorado.
Shakespeare dijo “ El peor pecado hacia nuestros semejantes no es odiarlos, sino tratarlos con indiferencia.La indiferencia supone que no nos importa el otro o incluso que no reconocemos su existencia.Si quieres ser carismático, tienes que estar presente . Desconectarse, pensar en otras cosas o mirar tu teléfono equivale a no reconocer que el otro existe.
Las personas carismáticas están 100% presentes. ¿Eres tú? Si es así, es probable que estés muy por delante de todos los demás.La buena noticia es que incluso un aumento menor en tu capacidad de presencia puede tener un efecto impactante en tu entorno..
En un mundo lleno de distracciones, puedes diferenciarte y aumentar tu carisma grandemente ofreciendo a los demás toda tu atención. Entonces, cambia tu móvil al modo silencioso, quítalo de la vista y mira al otro a los ojos. Hará una gran diferencia en cómo tu interlocutor te percibe.
Poder
Ser visto como poderoso significa ser percibido como capaz de afectar el mundo que nos rodea, ya sea a través de la influencia o autoridad sobre otros, de grandes cantidades de dinero, o de experiencia, inteligencia, fuerza física total o alto estatus social.
Buscamos pistas de poder en la apariencia y en el lenguaje corporal de la persona. La forma más sencilla y efectiva de afinar tu poder es hacerte cargo de tu lenguaje corporal.
Fox Cabane sugiere que hagas eso practicando la visualización. Cierra los ojos, relájate e imagina vívidamente una ocasión en la que te sientas especialmente triunfante. Escucha los sonidos en la habitación. Ver a la gente felicitándote. Y deja que los sentimientos de orgullo, confianza y entusiasmo llenen tu ser. Visualiza un «momento de poder» y tu lenguaje corporal seguirá.
La escucha activa
Finalmente, las personas que te rodean necesitan sentir que usarás tu presencia y poder para su beneficio.La escucha activa ,en pocas palabras, es buena voluntad hacia los demás. Te hace ser visto como cálido y ser percibido como amable , altruista, atento o dispuesto a impactar tu mundo de manera positiva.
Mucha gente piensa que el carisma se trata de ser un gran conversador, pero puedes aumentar tu magnetismo personal aún más siendo un buen oyente. La gente está acostumbrada a hablar, pero es mucho más raro que se escuche. Entonces, deja ir tu necesidad de ser interesante, y en lugar de eso, muéstrate interesado.
Deja que la conversación sea sobre la otra persona. Ponte en sus zapatos. Muestra empatía genuina y gratitud por lo que comparten contigo. Cuando estés conversando, repite en varias ocasiones el nombre de tu interlocutor sin que resulte forzado. Lograrás que disfrute más de tu presencia.
Si puedes hacer que otras personas sientan que realmente estás escuchando, te percibirán como muy carismático. Y no tienes que decir una palabra para convencerlos de que lo eres.
Cómo ser carismático, en resumen
Cada interacción con otras personas es una oportunidad para practicar tu magnetismo personal. Entonces, cuando estés a punto de entrar en una situación social, recuerda «P.P.E.»:
- Presencia – elimina todas las distracciones posibles y mira a las otras personas a los ojos.
- Poder – visualiza una situación triunfante y lleva ese lenguaje corporal a esta situación.
- Escuchar – Deja ir tu necesidad de ser interesante, y en su lugar,escucha activamente y refleja que estás interesado en la otra persona.